Recomendaciones para los “teletrabajadores” durante el periodo de confinamiento

Las medidas de confinamiento establecidas nos han obligado a modificar de una forma drástica nuestros hábitos cotidianos afectando a nuestra vida personal, familiar y laboral.

Muchos nos encontramos trabajando desde nuestros hogares, algo a lo que, en bastantes ocasiones, no estamos familiarizados.

Hoy os ofrecemos una serie de consejos de utilidad para lograr mantener una jornada laboral lo más agradable y saludable posible.

 

• PLANIFICACION Y ORGANIZACIÓN.

Planifica tus tareas y establece un listado de objetivos diarios. Procura realizar aquellas labores que requieran una mayor concentración, o entrañen una mayor dificultad por las mañanas.

• AHORA TU CASA ES TU OFICINA.

Procura que tu lugar de trabajo en casa se parezca lo más posible a tu oficina. Procura trabajar en una sala u habitación cerrada, con luz suficiente y sin ruidos (evita la TV, radio… de fondo).

Una silla y una mesa. Nada de sillón, sofás o incluso la cama. Tanta comodidad dificultará que puedas concentrarte.

• NUESTRA POSTURA FRENTE AL ORDENADOR.

La pantalla, siempre deberá estar frente a nosotros, ya que, si la colocamos de medio lado, forzaremos nuestra postura, lo que a corto-medio plazo nos provocará dolores, o incluso lesiones leves de hombro, espalda y/o cuello.

Y no olvidemos el teclado.Es importante que esté situado entre 10-20 cm del borde de la mesa. De esta manera, lograremos que nuestras muñecas estén rectas y nuestros antebrazos descansados sobre la mesa.

• NO COMAS ENTRE HORAS

Te causará somnolencia y alterará tus hábitos dietéticos diarios.

• ESTABLECE PAUSAS

Es recomendable tomarse un respiro de 10 minutos cada dos horas de trabajo. Utiliza este tiempo para estirar las piernas, y desentumecer los brazos, cuello… etc

• USA EL MOVIL DE UNA FORMA APROPIADA Y EVITA DISTRACCIONES

 

• Y LO MÁS IMPORTANTE…

Debemos intentar mantener al máximo las mismas rutinas de una jornada de trabajo en la oficina.

Procuremos madrugar y levantarnos diariamente a una hora parecida a la que hacíamos cuando íbamos a trabajar a la oficina.

Mantengamos nuestros hábitos de arreglo personal. ¡Fuera el pijama! Ponte guapo, y vístete diariamente con ropa de calle. Te sentirás mucho mejor.

Siempre que sea posible intenta mantener las mismas rutinas y horarios habituales.